23 Diciembre 2024 | Woman Times
Antonia Schlesinger: “La ultra personalización y la tecnología son los nuevos pilares del skincare”

Con la ayuda de la Inteligencia Artificial, la marca chilena Skinology está revolucionando el mercado de la cosmética y la belleza. ¿Su apuesta? Productos de skincare ultra personalizados que combinan IA y dermatología de precisión para adaptarse a las necesidades específicas de cada piel. En entrevista con WT, Antonia Schlesinger, CEO y cofundadora de Skinology, revela las claves de este innovador emprendimiento, que planea expandirse a nuevos mercados el próximo año.
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“En Skinology siempre hemos dicho que no prometemos pieles perfectas. Prometemos algo mucho más realista y valioso: la mejor versión de tu piel”, afirma la ingeniera comercial Antonia Schlesinger, quien fundó esta marca de cosméticos ultra personalizados hace un año junto a la dermatóloga y doctora en Ciencias Médicas Lía Hojman.
En Skinology, gracias al uso de una inteligencia artificial llamada “LIAM”, es posible analizar los datos de cada usuario interesado en adquirir sus productos. Este análisis considera factores como la edad, el tipo de piel, alergias y, en el caso de las mujeres, etapas específicas como embarazo, lactancia o menopausia. Con esta información, los datos se cruzan con bases científicas sólidas para desarrollar una fórmula única y óptima adaptada a cada persona. Estas fórmulas personalizadas se aplican a distintos productos que la marca ofrece en el mercado, como cremas de día, de noche, contorno de ojos y sérum facial.
Sobre su proceso de producción, Antonia señala que trabajan siguiendo estrictos estándares médicos: “Todo el conocimiento científico de Lía (cofundadora) está incorporado en nuestra IA, pero seguimos un proceso riguroso. Nuestro equipo de dermatólogos revisa las fórmulas generadas por LIAM antes de enviarlas al laboratorio para su elaboración. La tecnología acelera este proceso, pero la rigurosidad médica es la que asegura los resultados”, comenta.
Desde que comenzaron con este emprendimiento, ¿cómo ven que reaccionan las personas al concepto de usar tecnología avanzada para algo tan personal como el cuidado de su piel?
Desde los inicios de Skinology, notamos una reacción muy positiva y entusiasta hacia el uso de tecnología avanzada en el cuidado de la piel. Al principio, algunas personas podían mostrar cierto escepticismo, ya que combinar inteligencia artificial con algo tan personal como el skincare es innovador y diferente. Sin embargo, al comprender cómo la tecnología puede ofrecer soluciones realmente adaptadas a sus necesidades específicas, ese escepticismo se convierte en curiosidad y, finalmente, en confianza.
Hemos visto cómo las personas valoran cada vez más las soluciones personalizadas y basadas en datos, porque sienten que se está atendiendo su individualidad y no sólo recibiendo una fórmula genérica. Además, la tecnología entrega transparencia y precisión, lo que permite entender por qué se recomienda cada producto. Consideramos que esta combinación de ciencia, tecnología y personalización empodera a las personas para tomar mejores decisiones sobre su bienestar y el cuidado de su piel, y esa es una experiencia transformadora.
¿Cuál ha sido el mayor reto que enfrentaste al combinar la tecnología de IA con un enfoque tan riguroso como es la dermatología?
El mayor reto al combinar la IA con un enfoque dermatológico ha sido lograr un equilibrio entre la tecnología y la precisión científica. La inteligencia artificial nos permite analizar grandes volúmenes de datos para personalizar el cuidado de la piel, pero para garantizar que esas recomendaciones sean seguras y efectivas, necesitamos de una validación dermatológica. Lo anterior, porque cada fórmula personalizada necesita cumplir con los criterios estrictos de eficacia y seguridad. En ese contexto, nuestro equipo de dermatólogos son los encargados de revisar y ajustar continuamente los resultados que arroja la IA.
Además, es clave educar a las personas para que entiendan y confíen en cómo funciona esta combinación de tecnología y dermatología, y la transparencia en el proceso y la constante validación médica, han sido clave para superar estas barreras y ofrecer una solución tecnológica que realmente cuida y protege la piel de cada persona.
¿Qué nuevas metas – propósitos quieres alcanzar con Skinology en los próximos años?
El 2025 será un año clave para Skinology, ya que planeamos definir nuestra expansión hacia nuevos países en Latinoamérica. Los primeros mercados que analizaremos serán Colombia, Brasil y México, donde vemos un gran potencial para nuestro enfoque de cuidado ultra personalizado.
Además, recientemente lanzamos nuevos productos para complementar la rutina de Skinology que debemos ir posicionando, como la crema reafirmante de cuello, el sérum de labios, la espuma limpiadora, After Shave y Pre-Shave, y estamos por introducir novedades como el agua micelar y el SOS para espinillas.
También queremos enfocarnos en ampliar nuestra comunicación para atraer a públicos que han sido tradicionalmente desatendidos en el mundo del skincare, como los hombres o personas con alergias y sensibilidades específicas. Nuestra meta es seguir innovando, llegando a más personas y demostrando que el cuidado de la piel puede ser simple, inclusivo y verdaderamente efectivo.
¿Cómo visualizas el futuro del skincare en el mercado latinoamericano e internacional?
Creo que la ultra personalización junto con la tecnología y la sostenibilidad en skincare, se están transformando en los pilares fundamentales para el cuidado de la piel, y en ese contexto en Skinology quisimos estar a la vanguardia de estas tendencias, ofreciendo una solución que combina innovación y ciencia avanzada con un compromiso con el bienestar. He notado cómo las personas están cada vez más informadas y exigentes en torno al bienestar de su piel y buscan productos efectivos y seguros.
Espero que el skincare ultra personalizado, impulsado por la inteligencia artificial y la biotecnología, continúe en expansión. Estoy segura que los consumidores buscarán no sólo productos personalizados, sino también, experiencias integrales de bienestar que combinen salud, ciencia y tecnología. Además, la sostenibilidad jugará un papel clave, con una mayor demanda por ingredientes naturales, procesos éticos y envases responsables con el medioambiente.
Veo un futuro donde el skincare sea más inclusivo y personalizado. En América Latina, especialmente, hay un gran potencial porque todavía enfrentamos barreras como el acceso limitado a dermatólogos en ciertas regiones. Creo que el enfoque digital y ultra personalizado será clave para democratizar el cuidado de la piel. Queremos seguir la tendencia hacia la simplicidad: menos productos, pero más efectivos y diseñados específicamente para cada persona. Skinology quiere ser esa revolución.
En Skinology, gracias al uso de una inteligencia artificial llamada “LIAM”, es posible analizar los datos de cada usuario interesado en adquirir sus productos. Este análisis considera factores como la edad, el tipo de piel, alergias y, en el caso de las mujeres, etapas específicas como embarazo, lactancia o menopausia. Con esta información, los datos se cruzan con bases científicas sólidas para desarrollar una fórmula única y óptima adaptada a cada persona. Estas fórmulas personalizadas se aplican a distintos productos que la marca ofrece en el mercado, como cremas de día, de noche, contorno de ojos y sérum facial.
Sobre su proceso de producción, Antonia señala que trabajan siguiendo estrictos estándares médicos: “Todo el conocimiento científico de Lía (cofundadora) está incorporado en nuestra IA, pero seguimos un proceso riguroso. Nuestro equipo de dermatólogos revisa las fórmulas generadas por LIAM antes de enviarlas al laboratorio para su elaboración. La tecnología acelera este proceso, pero la rigurosidad médica es la que asegura los resultados”, comenta.
Desde que comenzaron con este emprendimiento, ¿cómo ven que reaccionan las personas al concepto de usar tecnología avanzada para algo tan personal como el cuidado de su piel?
Desde los inicios de Skinology, notamos una reacción muy positiva y entusiasta hacia el uso de tecnología avanzada en el cuidado de la piel. Al principio, algunas personas podían mostrar cierto escepticismo, ya que combinar inteligencia artificial con algo tan personal como el skincare es innovador y diferente. Sin embargo, al comprender cómo la tecnología puede ofrecer soluciones realmente adaptadas a sus necesidades específicas, ese escepticismo se convierte en curiosidad y, finalmente, en confianza.
Hemos visto cómo las personas valoran cada vez más las soluciones personalizadas y basadas en datos, porque sienten que se está atendiendo su individualidad y no sólo recibiendo una fórmula genérica. Además, la tecnología entrega transparencia y precisión, lo que permite entender por qué se recomienda cada producto. Consideramos que esta combinación de ciencia, tecnología y personalización empodera a las personas para tomar mejores decisiones sobre su bienestar y el cuidado de su piel, y esa es una experiencia transformadora.
¿Cuál ha sido el mayor reto que enfrentaste al combinar la tecnología de IA con un enfoque tan riguroso como es la dermatología?
El mayor reto al combinar la IA con un enfoque dermatológico ha sido lograr un equilibrio entre la tecnología y la precisión científica. La inteligencia artificial nos permite analizar grandes volúmenes de datos para personalizar el cuidado de la piel, pero para garantizar que esas recomendaciones sean seguras y efectivas, necesitamos de una validación dermatológica. Lo anterior, porque cada fórmula personalizada necesita cumplir con los criterios estrictos de eficacia y seguridad. En ese contexto, nuestro equipo de dermatólogos son los encargados de revisar y ajustar continuamente los resultados que arroja la IA.
Además, es clave educar a las personas para que entiendan y confíen en cómo funciona esta combinación de tecnología y dermatología, y la transparencia en el proceso y la constante validación médica, han sido clave para superar estas barreras y ofrecer una solución tecnológica que realmente cuida y protege la piel de cada persona.
¿Qué nuevas metas – propósitos quieres alcanzar con Skinology en los próximos años?
El 2025 será un año clave para Skinology, ya que planeamos definir nuestra expansión hacia nuevos países en Latinoamérica. Los primeros mercados que analizaremos serán Colombia, Brasil y México, donde vemos un gran potencial para nuestro enfoque de cuidado ultra personalizado.
Además, recientemente lanzamos nuevos productos para complementar la rutina de Skinology que debemos ir posicionando, como la crema reafirmante de cuello, el sérum de labios, la espuma limpiadora, After Shave y Pre-Shave, y estamos por introducir novedades como el agua micelar y el SOS para espinillas.
También queremos enfocarnos en ampliar nuestra comunicación para atraer a públicos que han sido tradicionalmente desatendidos en el mundo del skincare, como los hombres o personas con alergias y sensibilidades específicas. Nuestra meta es seguir innovando, llegando a más personas y demostrando que el cuidado de la piel puede ser simple, inclusivo y verdaderamente efectivo.
¿Cómo visualizas el futuro del skincare en el mercado latinoamericano e internacional?
Creo que la ultra personalización junto con la tecnología y la sostenibilidad en skincare, se están transformando en los pilares fundamentales para el cuidado de la piel, y en ese contexto en Skinology quisimos estar a la vanguardia de estas tendencias, ofreciendo una solución que combina innovación y ciencia avanzada con un compromiso con el bienestar. He notado cómo las personas están cada vez más informadas y exigentes en torno al bienestar de su piel y buscan productos efectivos y seguros.
Espero que el skincare ultra personalizado, impulsado por la inteligencia artificial y la biotecnología, continúe en expansión. Estoy segura que los consumidores buscarán no sólo productos personalizados, sino también, experiencias integrales de bienestar que combinen salud, ciencia y tecnología. Además, la sostenibilidad jugará un papel clave, con una mayor demanda por ingredientes naturales, procesos éticos y envases responsables con el medioambiente.
Veo un futuro donde el skincare sea más inclusivo y personalizado. En América Latina, especialmente, hay un gran potencial porque todavía enfrentamos barreras como el acceso limitado a dermatólogos en ciertas regiones. Creo que el enfoque digital y ultra personalizado será clave para democratizar el cuidado de la piel. Queremos seguir la tendencia hacia la simplicidad: menos productos, pero más efectivos y diseñados específicamente para cada persona. Skinology quiere ser esa revolución.
12 Diciembre 2024 | El Mercurio
Chief Scientific Officer (CSO): el silencioso, pero fundamental rol que impulsa el avance científico de punta

Lia Hojman es médico cirujana, especialista en dermatología, y doctora en ciencias médicas. Todos sus estudios los realizó en la Universidad de Chile. Además es cofundadora y Chief Science Office (CSO) de Skinology, una skintech que se dedica a diseñar rutinas de cuidado personalizadas para cada tipo de piel, combinando inteligencia artificial y dermatología de precisión gracias a su SkinQuiz. “Muchos dermatólogos en algún momento, tenemos la idea de tener una línea de cremas, pero esto me parece mucho más interesante que una línea de cremas tradicional”, sostiene...
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Como parte de sus logros, desarrolló en la primera versión del robot, LIAM, de inteligencia artificial, que está programado para enfrentarse a los problemas de la piel, de sus usuarios, de la misma manera en que ella lo haría. Y con la información que recolecta, desarrolla una rutina ultra personalizada. Ahora tras sumar un socio tecnológico, formularon una nueva versión más “robusta, estable y eficiente“.
Cree que salir de la zona de confort. Es lo más entretenido y desafiante de emprender. “Me encanta trabajar con los químicos farmacéuticos que elaboran nuestras fórmulas, gente con formación comercial como Antonia, mi socia, con diseñadores y publicistas, y es muy emocionante, ayudar a programar nuestro robot de IA y aprender un poco de la forma en que piensa un ingeniero como Pablo, mi socio“, explica.
"Los médicos en general tenemos mucho campo en el en que desarrollarnos, siendo uno de ellos el de director técnico, pero en general mis colegas clínicos lo desarrollan en recintos hospitalarios, centros médicos, isapres, etc. Para ser un CSO específicamente considero que es muy relevante la mezcla de formación clínica con formación científica, pero no creo haberme imaginado en un rol como este", dice y coincide que puede ser un papel más silencioso, pero "fundamental" en startups relacionadas con ciencia o salud.
Cree que salir de la zona de confort. Es lo más entretenido y desafiante de emprender. “Me encanta trabajar con los químicos farmacéuticos que elaboran nuestras fórmulas, gente con formación comercial como Antonia, mi socia, con diseñadores y publicistas, y es muy emocionante, ayudar a programar nuestro robot de IA y aprender un poco de la forma en que piensa un ingeniero como Pablo, mi socio“, explica.
"Los médicos en general tenemos mucho campo en el en que desarrollarnos, siendo uno de ellos el de director técnico, pero en general mis colegas clínicos lo desarrollan en recintos hospitalarios, centros médicos, isapres, etc. Para ser un CSO específicamente considero que es muy relevante la mezcla de formación clínica con formación científica, pero no creo haberme imaginado en un rol como este", dice y coincide que puede ser un papel más silencioso, pero "fundamental" en startups relacionadas con ciencia o salud.
Skinology: la primera Skintech en Chile
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