
¿Más niacinamida = mejor? No necesariamente
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¿Vale la pena usar niacinamida al 10%?
Es común ver productos que prometen grandes resultados con un solo ingrediente protagonista en altas concentraciones. Un clásico: niacinamida al 10%.
Pero en la práctica clínica —y en formulaciones personalizadas como las que hacemos en Skinology— eso no siempre significa mayor efectividad.
Lo importante no es cuánto… sino cómo
¿Por qué? Porque la piel no necesita más de todo, sino la dosis correcta de lo que necesita, en el contexto adecuado.
Un sérum con niacinamida al 10% puede ser:
- Irritante
- Poco sinérgico
- Redundante si no está bien acompañado
No es solo el porcentaje lo que importa, sino la composición completa de la fórmula.
¿Cómo usamos la niacinamida en Skinology?
En Skinology, muchas veces usamos la niacinamida como un adyuvante.
No como la protagonista, sino como una aliada que:
- Mejora la tolerancia de activos como el ácido azelaico, el mandélico o el retinol
- Ayuda con la regulación del sebo
- Aporta en el tratamiento de manchas
- Fortalece la barrera cutánea
Y todo eso, en concentraciones más bajas: 2%, 3% o 4%, según lo que tu piel realmente necesita.
¿Entonces vale más una fórmula con menos niacinamida?
A veces, sí.
Porque no se trata de cuánto tiene un producto, sino de cómo se combina cada ingrediente y qué rol cumple dentro de tu rutina.
Esa es la diferencia entre un producto genérico… y una fórmula diseñada solo para ti.